Las enfermedades son una oportunidad
Ya tenía el diagnóstico: CANCER.
Te guste o no te guste cuando el médico te dice el
diagnóstico, luego de la biopsia, en un tono frío y distante, propio de
aquellos que tienen años proporcionando este tipo de informaciones a pacientes
o a impacientes como yo, empieza un momento nuevo en tu vida. Una nueva etapa.
A pesar que somos los únicos animales de la tierra
con conciencia de nuestra propia finitud, hacemos lo imposible, por lo menos en
la cultura occidental, para olvidarnos que morimos. Que la muerte es parte
inherente de la vida misma, un aspecto esencial de su propia definición.
Cuantos esfuerzos hacemos para negar esa evidente realidad! Cuanta energía
dedicamos a borrar de nuestra mente y nuestra cotidianidad, la fragilidad de
nuestra existencia.
Pero, como me dijo un gran amigo, cuando te ponen
el cartel de neón, prendiendo y apagando con la leyenda “Esto puede acabarse” y
en algunos casos simplemente “FIN”, se nos hace dolorosamente conciente que
estamos a plazo fijo transitando esta forma de organización de la materia a la
que denominamos “Yo”. Y duele, duele demasiado. No es fácil aceptar que la
omnipotencia de la propia inmortalidad es una especie de castillo de naipes que
construimos para esconder el terror de la evidente realidad de nuestra
constitución biológica.
Nos asustamos cuando alrededor nuestro, algún ser
querido o algún conocido, le llega una mala noticia, esta enfermo o tuvo un
accidente. Nos impresiona, nos conmueve, reflexionamos sobre la vida y la
muerte. Prometemos modificar ciertos hábitos nocivos de nuestra propia vida,
pero casi nunca lo cumplimos. Todo nuestro ser encuentra la forma de ir
olvidando con los días el hecho y continuar viviendo, aliviados que le tocó a
otro y no a uno.
Cuando te toca a vos, tenés varias posibilidades;
redoblar el esfuerzo por negar lo que está sucediendo, entregarte de una forma
pasiva al devenir del universo preguntándote “porque a mi?”, o preguntarte que
es lo que vos podés hacer para dar batalla a lo que está pasando. Yo opté por
esta última opción.
Para empezar, te das cuenta que no tenés una gripe
que el problema es si tomas o no antibióticos, algún ibuprofeno para combatir
el síntoma y soportar una semana para curarte. Tenés que decidir muchas cosas,
inclusive, sin ser especialista, tenés que tener la sensibilidad de elegir el
mejor médico e inclusive decidís cosas como el tratamiento que te van a dar!.
En mi caso, yo podía decidir, rayos, semillas radioactivas, diferentes tipos de
operaciones, a cielo abierto o por robot. Fueron decisiones que siendo médico
me costaron tomar y tuve que pensar e investigar mucho antes de decidirme. No
viene al caso, contar sobre que decidí y como fui llegando a esas conclusiones.
Lo que si es importante mencionar, es la importancia de poder pensar y tomar
decisiones sobre tu vida, basándote en tus conocimientos, tu instinto y tu
sensibilidad.
Se organizó, casi sin darme cuenta, la experiencia
en diferentes tipos de problemáticas, la médica específicamente, la
psicológica, la contención afectiva de los seres queridos y la espiritual.
Yo estaba seguro de algo, que el solo hecho de
querer curarme iba a ser sanador. Estaba seguro que el deseo de la gente que me
quiere, sobre mi recuperación me iba a ayudar.
Una de las cosas que hice fue ir, invitado por un
amigo, a grupos de invocación budistas, el budismo japonés de Nichiren
Daishonin. En los grupos se invoca. La invocación consiste la repetición de un
mantra “Nam Myoho Renge Kio” durante mucho tiempo. La diferencia entre la
meditación y la invocación es que en la invocación hay deseo y direccionalidad
del pensamiento con un fin específico, por ejemplo, “estoy curado”. Repetir el
mantra me tranquilizó en los momentos donde la angustia me sobrepasaba durante
varios meses.
Cuatro situaciones impactaron mucho en mi además de
la invocación “per se”;
- La primera fue mientras invocaba la primera vez, la persona que coordinaba la actividad, apoyó la mano sobre mi hombro y me dijo “No se
invoca como un gatito mojado, se invoca como un león que ruge”. Esas palabras
me marcaron, dejé de lado el gatito mojado y convoqué a mi león interior a
encara la vida como tal, pasara lo que pasara.
- La segunda situación fue en la reflexión que se
practica luego de la invocación, sobre lo que está viviendo cada uno. Primero
me agradecieron por estar allí y darles la oportunidad a ellos de pensar en la
enfermedad. Me impactó la valentía de enfrentar el problema desde otra
perspectiva.
- La tercer situación que me movilizó fue de uno de
los participantes que en su vida profesional trabaja con enfermos con cáncer
desde la perspectiva psicológica me comentó que a sus pacientes el le
preguntaba si luego de curarse iban a seguir siendo los mismos, ya que en ese
caso no valía la pena la curación.
- Por último leímos un artículo sobre como
“convertir el veneno en remedio” el concepto que el
budismo enseña es que cualquier suceso desfavorable puede ser convertido en una
situación de valor positivo; en adición, el budismo dice que el ser humano se
desarrolla al desafiarse para vencer las circunstancias más dolorosas. Lo
importante es cómo reaccionamos ante las vicisitudes de la vida;
Estos cuatro conceptos, sin ser yo budista, y mis ganas de vivir, me
indicaron el camino que debía
emprender hacia el futuro, independientemente del resultado de los
acontecimientos.
Estos cuatro conceptos me llevaron a la curación y la
reconversión de mi persona. La enfermedad la transformé en una oportunidad para
vivir mejor, lo que me quede por vivir y espero que les sirva a todos aquellos
que estén atravesando o tengan que atravesar, cualquier situación difícil de la
vida, tanto física, como espiritual o social.
Quiero compartir algunos
aspectos de lo que aprendí. Pienso que muchas personas pueden usufructuar de mi
aprendizaje y de mis conocimientos. Nada me haría mas feliz que poder ayudar a
quienes quieran vivir mejor.
Dr. Daniel Forster
Médico MN 65.405
Doctor.daniel.forster@gmail.com
Si pensás que mi experiencia puede servirle a alguien que conocés, reenvíale
este mail
Si querés recibir los próximos mails podés escribirme a doctor.daniel.forster@gmail.com o seguirlos en el Blog
http://vivir-naturalmente.blogspot.com.ar/
Una persona es mas,mucho mas que todas las teoria juntas...mente-cuerpo y alma/espiritu en forma holistica + tu actitud de apertura y colaboracion activa a nuevas formas de sanacion..."invocar desde lo mas profundo del alma como un leon rugiente..."transmitiendo el deseo a la energia universal para ser captada como tal.....es como si en la vida ,las "prubas"sirvieran para dar lugar a un proceso necesario de transformacion.y en tu caso'esta oportunidad que la vida te esta dando,este regalo lleno se energia,la cura, es porque sos merecedor...siempre das una mano si podes...Claro que valida la pregunta del colega acerca de si seguiran siendo los mismos despues de la cura y en ese caso la cura no valdria la pena.......se espera que se produzca un cambio de valores,que el orden de prioridades sea distinto,poder llenarse de energias provenientes de otras perspectivas...que dan fuerza...agradecerlas y transmitirlas,con humildad.Dany,me gusta mucho la forma de focalizar tu experiencia,los pasos del aprendizaje integrados con lo que ibas sintiendo.amigo querido,otro abrazo.Raquel
ResponderBorrargracias Raquel!
ResponderBorrarHola Daniel, me conmueve mucho "desde donde" interiormente escribis lo que escribis, y ser lector testigo del cambio que es nesesario para que una persona con mente cientifico racionalista - pero tambien con inclinacion artistica - debe hacer , para aceptar lo inexplicable.De hecho, palabras que curan estan aun fuera de todo libro de medicina clasica.
ResponderBorrarAdemas la valentia de transmitir tus experiencias me da valentia a mi. Pero cuando el camino se estrecha, hacemos todo lo posible para ensancharlo.Voy a seguir tu blog y te deseo la mas de las suertes.Como sabemos desde ninios, el pez nada solo en el agua.Cuando se la retiran, es pescado.
un fuerte abrazo.gerardo
Gracias Gerardo! me encantó lo que escribiste! Se ve que sos una persona muy sensible
BorrarAbrazo
Daniel
A veces el miedo es bueno. Otras, nos arruina la salud. Deje de fumar por miedo al cancer de pulmon.
BorrarLa falta de seguiridad economica me estresa, y me da dolores psicosomaticos en rinion y espalda.
En la filosofia advaita vedanta existe el karma como aquello que debemos vivir, ya sea bueno ao malo, aquello que generamos en esta vida, que puede ser vivido o ir al reservado de carma, y aquello que se genera como karma para el futuro en otro cuerpo.El primero es inevitable, tanto bueno como malo.
Son mis acciones pasadas y las presentes, las que crean mi condicion ahora y en el futuro.
Lo llamamos suerte, y es mera accion intencionada o involuntaria. Pero igual suma o resta en el haber o el deber del eterno...
Lo absurdo, es que al eterno, segun advaita vedanta, le importa un bledo tanto lo uno como lo otro. solo que las cuentas se vacien.
un abrazo y espero que sigas bien.
gerardo milsztein , el del cole.