lunes, 3 de junio de 2013

INTRODUCCION Primera Parte


Dedicado a las personas que les interesa vivir mejor


Además de mi concepción y mi nacimiento, muchos hitos fuertes marcaron mi vida. Hablo de esas circunstancias que te cambian para siempre. Esas situaciones en las cuales hay una muerte y un renacer. Un cambio de paradigmas. El nacimiento de una nueva persona, un nuevo yo. Un antes y un después.

Solo por mencionar algunos de esos momentos (sabiendo que olvido algunos y callo otros); la matanza de mis compañeros y amigos del Nacional Buenos Aires en mano de la represión Militar, el exilio en México a los 17 años, recibirme de médico con Diploma de Honor, la lectura de Gregory Bateson biólogo y epistemólogo que cambió mi forma de ver el mundo, haber aprendido de Milton Erikson, el momento en que vi morir a un chico de 4 años en mis brazos de una enfermedad terminal durante la residencia de pediatría que hice en el Hospital de niños Ricardo Gutierrez, el haber estudiado profundamente a Sigmund Freud, mi primera muestra de fotografía, el primer negocio exitoso, el primer fracaso comercial fuerte, la impronta en mi ser de las personas  que vivieron conmigo, la influencia de cada uno de eso 15 o 20 amigos con quienes realmente compartí períodos importantes de mi vida, el nacimiento de cada uno de mis tres hijos, la fuerza del amor de mi mujer, mi mujer, el dejar de fumar, el viaje a la India.
Cuando el médico me dijo que tenía un cáncer de próstata, pensé que se refería a otra persona. Si bien tengo antecedentes familiares y periódicamente me controlaba, la noticia me conmocionó.

Lloré casi un día entero, como no recuerdo haber llorado nunca. Me desmoroné.

Solo 24 hs mas tarde, me di cuenta que debía pensar lucidamente y decidir sobre mi salud, mi futuro, mi vida. Se me hizo evidente que deprimirme solo empeoraría las cosas. Deprimido iba a tomar las decisiones incorrectas y en vez de llevarme al camino de la curación me iba a llevar por el camino de la enfermedad.

Decidí no quejarme. Decidí aceptar las cartas con las que estaba jugando. No eran las peores, solo eran las cartas que tenía. Recorrí mentalmente las cartas que le tocaron a muchas personas a quienes quise y quiero; a mis amigos de la adolescencia que vivieron menos de 20 años, a mis amigos muertos, por accidentes y enfermedades terminales, a alguno de mis amigos que se les murió un hijo, algunos hijos que perdieron sus padres muy jóvenes, los amigos y familiares que murieron de accidentes cerebro vasculares a edades que no les correspondía, amigos que se suicidaron, amigos infelices.

Decidí investigar toda la información que me llegara a través de la gente que me quería ayudar. Estaba seguro y hoy lo confirmo, que el amor por querer ayudarme me iba a curar o por lo menos me iba a ayudar a vivir mejor. De hecho, en menos de 72 horas, ya contaba con los mejores 10 urólogos, varios médicos naturistas, diferentes invitaciones a experimentar ayudas religiosas, varias invitaciones a meditar, tres médicos que se dedican a la homeopatía, médicos para inter consultas en Estados Unidos, Francia, Israel, dos médico chinos, un médico antroposófico, propuestas de limpiezas hepáticas y de colon,  diferentes propuestas terapéuticas, operaciones, radioterapias, masajistas, kinesiólogos del periné, dietas y suplementos dietarios, una monjita sanadora en salta, entre otros.

Decidí que me quería curar. Estaba dispuesto a poner todo mi ser al servicio de mi salud. Me propuse hacer activamente todo aquello que estuviera a mi alcance para atravesar la enfermedad y sanarme.

Decidí que tenía que vivir lo mejor posible independientemente de lo que iba a suceder. Si mi vida esta acotada, cada momento era un momento único que debía vivir intensamente y con la mayor felicidad posible.

Decidí que la enfermedad me tenía que enseñar mas de lo que pudiera quitarme. Independientemente del resultado yo me propuse ser mas feliz, mejor persona y mas sabio. Me propuse transformar mi enfermedad en una oportunidad.

Quiero compartir algunos aspectos de lo que aprendí. Pienso que muchas personas pueden usufructuar de mi aprendizaje y de mis conocimientos. Nada me haría mas feliz que poder ayudar a quienes quieran vivir mejor.

Dr. Daniel Forster
Médico MN 65.405
doctor.daniel.forster@gmail.com




Si pensás que mi experiencia puede servirle a alguien que conocés, reenvíale este link http://vivir-naturalmente.blogspot.com/2013/06/introduccion.html

Si querés recibir los próximos mails podés escribirme a doctor.daniel.forster@gmail.com 

2 comentarios:

  1. Querido Daniel destaco la fortaleza que la adversidad produjo en tu vida. La Vida es puro cambio y aprendizaje contínuo. Siempre hay un bien oculto y en vos ese "bien" se refleja en querer compartir para el "bien" de muchos. La misma Vida te devolverá más Vida, Salud, Abundancia y Paz de todo lo que precises para seguir ayudando con el entusiasmo que te caracteriza. Agradezco de corazón tu generosa iniciativa. Cariños, Liliana

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