Dedicado a las personas que les interesa vivir mejor
Además de mi concepción y mi nacimiento, muchos hitos
fuertes marcaron mi vida. Hablo de esas circunstancias que te cambian para
siempre. Esas situaciones en las cuales hay una muerte y un renacer. Un cambio
de paradigmas. El nacimiento de una nueva persona, un nuevo yo. Un antes y un
después.
Solo por mencionar algunos de esos momentos (sabiendo
que olvido algunos y callo otros); la matanza de mis compañeros y amigos del
Nacional Buenos Aires en mano de la represión Militar, el exilio en México a
los 17 años, recibirme de médico con Diploma de Honor, la lectura de Gregory
Bateson biólogo y epistemólogo que cambió mi forma de ver el mundo, haber
aprendido de Milton Erikson, el momento en que vi morir a un chico de 4 años en
mis brazos de una enfermedad terminal durante la residencia de pediatría que
hice en el Hospital de niños Ricardo Gutierrez, el haber estudiado
profundamente a Sigmund Freud, mi primera muestra de fotografía, el primer
negocio exitoso, el primer fracaso comercial fuerte, la impronta en mi ser de
las personas que vivieron conmigo,
la influencia de cada uno de eso 15 o 20 amigos con quienes realmente compartí períodos
importantes de mi vida, el nacimiento de cada uno de mis tres hijos, la fuerza
del amor de mi mujer, mi mujer, el dejar de fumar, el viaje a la India.
Cuando el médico me dijo que tenía un cáncer de
próstata, pensé que se refería a otra persona. Si bien tengo antecedentes
familiares y periódicamente me controlaba, la noticia me conmocionó.
Lloré casi un día entero, como no recuerdo haber
llorado nunca. Me desmoroné.
Solo 24 hs mas tarde, me di cuenta que debía pensar
lucidamente y decidir sobre mi salud, mi futuro, mi vida. Se me hizo evidente
que deprimirme solo empeoraría las cosas. Deprimido iba a tomar las decisiones
incorrectas y en vez de llevarme al camino de la curación me iba a llevar por
el camino de la enfermedad.
Decidí no quejarme. Decidí aceptar las cartas con las
que estaba jugando. No eran las peores, solo eran las cartas que tenía. Recorrí
mentalmente las cartas que le tocaron a muchas personas a quienes quise y
quiero; a mis amigos de la adolescencia que vivieron menos de 20 años, a mis
amigos muertos, por accidentes y enfermedades terminales, a alguno de mis
amigos que se les murió un hijo, algunos hijos que perdieron sus padres muy
jóvenes, los amigos y familiares que murieron de accidentes cerebro vasculares
a edades que no les correspondía, amigos que se suicidaron, amigos infelices.
Decidí investigar toda
la información que me
llegara a través de la gente que me quería ayudar. Estaba seguro y hoy lo
confirmo, que el amor por querer ayudarme me iba a curar o por lo menos me iba
a ayudar a vivir mejor. De hecho, en menos de 72 horas, ya contaba con los
mejores 10 urólogos, varios médicos naturistas, diferentes invitaciones a
experimentar ayudas religiosas, varias invitaciones a meditar, tres médicos que
se dedican a la homeopatía, médicos para inter consultas en Estados Unidos,
Francia, Israel, dos médico chinos, un médico antroposófico, propuestas de
limpiezas hepáticas y de colon,
diferentes propuestas terapéuticas, operaciones, radioterapias,
masajistas, kinesiólogos del periné, dietas y suplementos dietarios, una
monjita sanadora en salta, entre otros.
Decidí que me quería
curar. Estaba
dispuesto a poner todo mi ser al servicio de mi salud. Me propuse hacer
activamente todo aquello que estuviera a mi alcance para atravesar la
enfermedad y sanarme.
Decidí que tenía que
vivir lo mejor posible
independientemente de lo que iba a suceder.
Si mi vida esta acotada, cada momento era un momento único que debía vivir
intensamente y con la mayor felicidad posible.
Decidí que la enfermedad
me tenía que enseñar mas de lo que pudiera quitarme. Independientemente del resultado yo
me propuse ser mas feliz, mejor persona y mas sabio. Me propuse transformar mi
enfermedad en una oportunidad.
Quiero compartir algunos aspectos de lo que aprendí. Pienso que muchas personas pueden usufructuar de mi aprendizaje y de mis conocimientos. Nada me haría mas feliz que poder ayudar a quienes quieran vivir mejor.
Dr. Daniel Forster
Médico MN 65.405
doctor.daniel.forster@gmail.com
Si pensás que mi experiencia puede servirle a alguien que conocés, reenvíale este link http://vivir-naturalmente.blogspot.com/2013/06/introduccion.html
Si querés
recibir los próximos mails podés escribirme a doctor.daniel.forster@gmail.com