Tenemos derecho a comer
sano y en cada elección de lo que comemos podemos ayudar a cambiar la
realidad mejorando nuestra salud y
la de los demás .
Un puñado de empresas dominan la industria
alimentaria.
A no todas les interesa realmente nuestra salud,
mas bien están pensando en como producir mas, a menor costo, con alimentos que
duren mas en las góndolas de los supermercados.
Cuando nos quieren vender algo, utilizan una
imagen del campo como natural, una imagen que esta empezando a desaparecer a
una velocidad vertiginosa.
De la mano de Monsanto la soja transgénica entró
a nuestro país hace no tanto tiempo y ya hay sembradas mas de 20.000.000 de
hectáreas. Transformando al país en prácticamente un mono cultivo. Con los
riesgos de la desaparición del resto de los cultivos y la contaminación con la
utilización de millones de litros anuales de glifosfato un herbicida que
destruye todo a su paso salvo el yuyo verde dólar llamado soja que esta
manipulado genéticamente y patentado por la empresa para que pueda
sobrevivir al veneno. Es decir la modificación genética de de la soja es para
que resista al herbicida. Monsanto vende la semilla y el herbicida.
Las hectáreas sembradas de soja, llevaron a
destruir muchos de los bosques nativos del país y confinar a los productores de
animales a feed lots, las vacas lecheras a tambos cerrados y la producción de
pollos y gallinas ponedoras a galpones donde nunca se pone el sol.
No se producen pollos, se producen alimentos en sistemas que son mas parecidos a fábricas que a lo que fue la crianza de
animales durante miles de años. Una producción que esta muy lejos de esa imagen idílica que tenemos en la mente cada vez que pensamos en el campo con la cual intentan vendernos alimentos que nos hacen creer naturales.
La alimentación de estos animales hacinados, se
hace con alimento balanceado y para que no se enfermen, los llenan de
antibióticos de todo tipo.
Cuatro o 5 pollos por jaula, para que no se
puedan mover y no gasten energía y por lo tanto el aumento de peso sea mayor y mas rápido. Pollos que casi no se pueden parar, que se mueren de infartos y que se
picotean entre ellos hasta canibalizarse, a pesar que les cortan los picos
cuando son pollitos para que se lastimen menos. Animales maltratados y modificados genéticamente para que tengan mas pechuga y se puedan faenar en menos tiempo. Las hormonas de crecimiento,
están en la carne que comemos, junto con los antibióticos que les proveen y
cantidad de bacterias que se combaten pasando los cadáveres por cloro.
Los salmones de criadero que hay en Sudamérica
con tecnología noruega, utilizan 13 tipos de antibióticos de los cuales están
prohibidos en Europa 8. Casi 1.000.0000 de peces por jaulas, mientras en Europa
solo se permiten 250.000, generan animales estresados , hacinados y enfermos a
los que se les da colorante para que tengan esa tonalidad naranja que nos acostumbraron
a comer como si fuera algo saludable. La revista Science de Europa advierte que comer salmones de criadero mas de
una vez por mes aumenta exponencialmente la posibilidad de desarrollar un cáncer.
Los consumidores tenemos derecho saber lo que comemos. La industria
hace enormes esfuerzos por ocultar los procesos de producción y de manipulación
de los alimentos. No sabemos la procedencia, ni los efectos que tiene sobre
nuestra salud.
Solemos no pensar en lo que comemos, porque
pensamos que toda la comida es sana… salvo lo que engorda. Tendemos a aceptar
lo que nos ponen en el plato o nos venden en el supermercado.
Pero si tomamos conciencia, las cosas pueden
cambiar.
De hecho la pelea contra las industrias tabacaleras esta siendo
exitosa, cada vez menos publicidades, con fotos horribles en los atados de
cigarrillos, cada vez menos lugares donde fumar y cada vez menos gente fumando
en el planeta.
Hoy hay una lucha importante, entre la industria
de la alimentación apoyada por los interese económicos de las multinacionales
en connivencia con los poderes políticos contra un puñado cada vez mayor de
médicos, nutricionistas, científicos, periodistas que están denunciando lo que está sucediendo a
diestra y siniestra y logran de a poquito ser cada vez mas escuchados. Cada vez mas gente, como vos o como yo nos interesa comer mejor y vivir mas y mas saludables.
Si
entendemos que es lo que está sucediendo, hay posibilidades de que algo cambie.
De hecho las grandes industrias están comenzando
a invertir en producciones orgánicas por ver que hay una demanda creciente
sobre productos saludables.
Lo que el mercado demande, los ganaderos, los
agricultores y la industria, finamente van a terminar produciendo.
Tenemos derecho a comer sano y en cada mordisco
podés ayudar a cambiar la realidad.
Fin de semana, mirá esta película. No mires para
otro lado.
Dr.
Daniel Forster
Médico MN 65.405
Doctor.daniel.forster@gmail.com
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SI NO PODES VERLO
HACE CLICK AQUI -----> http://youtu.be/xOKhFOzAYF4