Las seis causas de muerte prematura de hoy
se pueden relacionar con factores dietéticos;
las enfermedades cardíacas, el cáncer, los
accidentes cerebro vasculares, la diabetes, la arterioesclerosis y la cirrosis
hepática.
Hipócrates, el padre de la medicina occidental dijo “Que el alimento sea tu medicina”.
La raíz de la medicina preventiva se basa en la
alimentación, en realizar una moderada actividad física y en el control del
stress.
Las personas concurren al médico para recibir
cura a sus dolencias. Ya transformados en pacientes, tienden a “exigir” al
profesional, alguna píldora que soluciones sus males. Muchos médicos, tienden a
satisfacer esta necesidad.
Se sabe en forma fehaciente que gran parte de
los problemas de salud que tenemos son generados o al menos son potenciados por
una mala alimentación.
Las dietas de hoy están desacompasadas con las
condiciones naturales del medio, la geografía y las fuerzas del universo que
influyen a todo el ambiente y especialmente a los organismos vivos. No estoy
hablando de nada esotérico ni metafísico. Estoy hablando de una realidad
concreta que todos sabemos. Los alimentos que nos provee la naturaleza están en
una concordancia perfecta con nuestras necesidades biológicas. Ya he hablado
que somos parte de el equilibrio natural al que denominamos el ambiente. Sin embargo no
respetamos este realidad ni la generosidad de ese ambiente en el cual vivimos.
Plantamos legumbres, cereales, hortalizas que modificamos genéticamente para
que sean mas “lindos” y resistan a los venenos que luego les agregamos.
Colocamos fertilizantes químicos para que las plantas produzcan cantidades
mayores. Colocamos pesticidas para evitar que otros seres vivos puedan
alimentarse de ellos en el proceso de su crecimiento, pesticidas que sabemos
quedan adheridos a las cáscaras de las frutas y al salvado de los cereales.
Pasteurizamos la lecha y la homogenizamos, eliminando todas sus enzimas y muchos
de sus nutrientes que luego agregamos como complementos, a pesar que todos
saben que no se absorben de la forma adecuado por estar desnaturalizada.
Desintegramos a los alimentos, los refinamos para lograr que duren mas tiempo,
agregamos conservantes para poder ponerlos en cajas y latas para que se mantengan.
Agregamos, sal, azúcares,
saborizantes y resaltadores del sabor como el gutamato de sodio (GMS)
que se sabe de sus efectos adictivos y nocivos para la salud.
Criamos animales en base a alimentos
balanceados, hormonas y antibióticos y en algunos casos como el salmón de los
criaderos, hasta les damos de comer colorantes y luego los matamos los
congelamos y los cocinamos. Importamos y exportamos alimentos desde y hacia otras partes
del vasto planeta a pesar de estar en contra-estaciones con nuestra realidad y
las necesidades de nuestro cuerpo. Comemos la gran mayoría de los alimentos
cocinados eliminando las enzimas necesarias para una digestión normal y
saludable.
Pagamos
un precio muy alto por este “sistema” alimentario que hemos creado. Muertes
prematuras y en muchos casos una muy mala calidad de vida en las diferentes
etapas de la vida. Esta forma de alimentarse que hemos adoptado en las
grandes ciudades del mundo, no beneficia nuestra salud, la perjudica
severamente. Solo beneficia intereses económicos que nada tienen que ver con las
necesidades de tu organismo y de tu vida.
Y qué
podés hacer?
El proceso de la alimentación consta de un par
de etapas que vale la pena tenerlas en cuenta.
De alguna forma que desconocés de forma
conciente, aparece una sensación desagradable que llamás “hambre”. A partir de
este momento, o con solo saber que dentro de un determinado tiempo vas a sentir
esa sensación desagradable, te ponés en acción y se suceden una serie actos
concientes. Buscás la forma de satisfacer esa necesidad. Ya sea comprando alimentos para elaborar, o
comprando comida ya elaborada o elaborás tu propia comida a partir de los
insumos que tenés acopiados en tu casa.
No somos animales que llevan la boca a la
comida. Llevamos al comida a la boca, por lo tanto una vez que tenemos el
objeto-comida, una y otra vez llevamos el alimento a la boca. Cuantas veces realizás
este movimiento por día? Lo contaste? Es casi gracioso imaginarnos a toda la
humanidad, llevándose la mano a la boca ciento de veces por día!! Como un
movimiento cuasi automático que si bien está regulado por la voluntad y la
conciencia, transformamos ese en
un movimiento automático, como caminar… o pestañar.
Una vez en la boca, masticás y luego deglutís.
Es en este instante que podés sentir una emoción potente de satisfacción que se
llama PLACER. En muchas ocasiones ni siquiera estas atento a esta sensación de
PLACER que produce alimentarte y disfrutar de la comida.
A partir de allí todo el proceso continúa de forma inconciente
fuera de tu posibilidad de control.
Es decir que solo una pequeña parte del proceso es
conciente, la selección del objeto de satisfacción, la introducción del objeto
en la boca ayudado por tus brazos y manos, la cantidad que comés y luego la
masticación y deglución.
Y como ya te conté, también esta etapa
“conciente”, está condicionada por cientos de aspectos inconcientes como el
aprendizaje que tuvimos, la cultura en la cual vivimos, la biodisponibilidad de
los alimentos, la ansiedad con la que comés, el instinto de preservación y
ciertos aspectos destructivos de tu propia mente que no es fácil de manejar.
Pero es solo en esta etapa conciente que podés operar,
es solo en esta etapa que podés ejercer un control y modificar hábitos sobre tu
conducta alimentaria.
Mi propuesta es que ilumines este aspecto de tu
vida para que sea lo menos automático posible aprendas que te hace bien y que te
hace mal y porque, que pienses cuantas veces llevás tu mano a tu boca y la calidad
y cantidad de alimento que pones en tu boca. Que desarrolles el PLACER de comer sano y rico. Que
observes en vos mismo los efectos que produce cambiar tu alimentación, tanto en
la sensación de bienestar físico, la cantidad de energía que vas a sentir y los
efectos concretos sobre tu salud.
Una vez que empezaste, son tan potentes los
efectos que produce estos cambios y los beneficios sobre tu salud y tu
supervivencia, que te aseguro, que es un camino de ida.
Dr.
Daniel Forster
Médico MN 65.405
Doctor.daniel.forster@gmail.com
Muy buen artículo.Hace 7 años lei esta frase de Hipócrates y sentí que me estaba destinada. En ese momento estaba angustiado ante el creciente deterioro de mi salud a causa de un enfisema de pulmón diagnosticado ya hacia 3 años.
ResponderBorrarMis lecturas,investigaciones y la observacion permanente de mi cuerpo y sus reacciones me mostraban una cruda verdad: los "medicamentos" con los cuales se me trataba ,(a mi y a millones), beta agonistas, esteroides y anticolinergicos,solo mitigaban una inflamación aguda y crónica, no atacaban sus causas y además, deterioraban cada vez mas mi sistema inmune y cardiovascular.
Fuí a bsucar una alternativa en la medicina natural y primero en la Ayurvédica y luego en la China antigua, descubri que usaban la raiz de una misma planta para tratar inflamacioes y patologias cardio respiratorias.
Le seguí el rastro hacia nuestro "mundo occidental" donde me encontré que existían numerosísimos estudios cientificos enfocados a las virtudes del extracto de esta raíz y otras ,sus "primas" y entre ellos algunos muy serios referidos a su uso para tratar la inflamación pulmonar.
Hace ya 7 años que abandone totalmente toda medicación y incorpore estos extractos naturales a mi dieta diaria.Son fitoalexinas y polifenoles con un altisimo poder antioxidante y antiradicales libres.Estoy convencido de que gracias a ello todavía estoy vivo y en actividad a los 71.
Hace 7 años que estoy prácticamente estable y lo mas importante, no he tenido una sola gripe,resfrió o tos en todo este periodo (hasta hace 1 mes atrás, con todos los chicos y mi esposa engripados, se me pegó un virus que me hizo acordar de repente que la tos y la flema existian...pero solo por 4 días.Fué ahuyentado con solo duplicar las dosis y tomar un amargo te de orégano..Mi alimentación sigue en lo posible los principios de una dieta alcalina, mucha fruta y verdura fresca. Comoci en este tiempo mucha gente con igual patología. No he visto a uno solo estabilizado, Si los he visto con innúmeras neumonias a cada invierno.Me asusta ver cuan escasos son los médicos que hacen hincapié en la dieta como un factor de sanación o al menos de mitigación. Es verdad que la industria de los fármacos no da hasta hoy, ninguna alternativa mas que las conocidas, meros paliativos , si se aplica el término.Gracias por su nota y por el espacio para opinar.